Es bien sabido que desde siempre la sociedad ha tenido la tendencia a educar a las mujeres para ser “femeninas” y a los hombres para ser “machos”, sin tener en cuenta las injusticias que se cometen contra ellos mismos.
Sin embargo, en esta sociedad contemporánea, quedaron atrás los tiempos en que la mujer era un “cero a la izquierda”, cuya función exclusiva era tener hijos y permanecer en el hogar realizando las tareas domésticas, siempre sometida, viviendo en función de los demás, sin tener derecho a pensar en ella; para este momento muchas cosas han cambiado, pero aún sigue existiendo mucha iniquidad, se da por parte de hombres y mujeres inconscientemente, convencidos de que así deben ser las cosas. En el caso de femenino, las injusticias se basan en creer que la mujer debe ser sumisa, débil, tierna y sentimental, que se realiza en la maternidad y que todas sus aspiraciones giran alrededor del hogar; en el caso masculino es muy diferente, pero no menos degradante, ya que se les niega la posibilidad de tener sentimientos, haciéndolos sentir machos, porque los sentimientos son cosa de mujeres, esto es a lo que se le llama una sociedad machista, en la que se cometen injusticias y la gente cree ingenuamente que así debe ser porque hombres y mujeres son diferentes.
Desde tiempos inmemoriales, ha existido el mito de la feminidad, según la cual la mujer debe ser delicada, suave, dócil, sensible, abnegada, además de emotiva, pasiva, superficial y coqueta; El mito es creer que la mujer es así por ser mujer y no por ser el producto de la educación.
El mito de la feminidad lleva consigo el mito de la virilidad que propone la imagen de que el hombre se debe reproducir, afirmar su superioridad intelectual, demostrar su actividad e iniciativa en todos los campos, dominar en todo tiempo y lugar, hacer gala de fuerza física, ser “macho”, pero es claro que no es la naturaleza masculina la que determina este comportamiento sino la cultura que lo condiciona.
Desde niño le han dicho que “un hombre no llora” y que tiene que reprimir todo sentimiento, se le ha estimulado las manifestaciones de violencia y agresividad como propias del “macho”, se le ha propiciado el desarrollo de su inteligencia y de su capacidad creadora, se le ha hecho sentir “el amo” que merece ser servido por la mujer.
Es injusta esta educación porque da origen a una relación falseada en la pareja, tanto por la desigualdad que establece, como por el hecho que impone un modelo de hombre o de mujer que hay que reproducir y que impide el encuentro interpersonal, generando malestar en todo tipo de relación, ya que en la actualidad las mujeres luchan por un lugar más equitativo en la sociedad, donde la igualdad prime sobre todas las creencias y costumbres que ya no tienen cabida en el mundo contemporáneo, así mismo los hombres han dejado de lado dichas creencias, algunos con agrado, otros con “sentimiento de obligación”, le han dado a la mujer un lugar más representativo y participativo en la sociedad, se han integrado mucho más en las obligaciones familiares, que anteriormente eran solo cuestión femenina; sin embargo, aunque las cosas aparentemente han cambiado y mejorado, aún vemos con tristeza que en este mundo tan desarrollado, se siguen presentando diferentes situaciones, en las cuales las mujeres continúan siendo objeto del machismo que aunque parezca extraño no solo se da por parte de hombres sino también de las mujeres, quienes pretenden seguir siendo el modelo de mujer de muchos años atrás, viendo con desagrado a aquellas que buscan homogeneidad en la sociedad; lo único cierto tras toda esta situación que bien podemos tildarla “guerra de los sexos”, es que hombres y mujeres sin importar el género y posición en la sociedad, somos seres humanos, que debemos aprender a ser tolerantes, propiciando un ambiente de equidad entre los sexos para crear un mundo sin injusticias, donde todos aportemos para crear un mundo mejor.
Ps. Diana Padilla
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Miguel (lunes, 30 julio 2012 14:26)
Punto 1. Lo unico que no hay es justicia ante la ley. La ley la estan haciendo para discriminar al hombre y beneficiar a la mujer, violando el principio de igualdad formal. Y esto será lo que sí va a generar problemas en el futuro cercano.
Punto 2. Estas muy equivocada en pensar que los hombres estan de acuerdo con gusto u obligación en darle un papel que claramente no le corresponde a las mujeres. Tan no les corresponde que en ninguna cultura y en ningun tiempo la mujer a tomado el papel que siempre ha tenido el hombre.
Punto 3. Lo que esta deteriorando la sociedad es justo lo contrario, la busqueda de la equidad. Y esto es indiscutible, sólo hay que ver los datos duros de la desintegración familiar y la falta de valores, en cualquier sociedad liberal comparada con una tradicional.