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HISTORIA DE ANA FRANK

Excelente versión del año 2001 que narra, con detalle, los acontecimientos que transcurrieron durante la segunda guerra mundial por parte de una adolescente junto a su familia y demás personas, quienes permanecieron escondidos por varios meses para escapar de las humillaciones propinadas por los nazis contra los creyentes de la religión judía. Estrategia que funcionó adecuadamente, hasta que fueran traicionados y encerrados como prisioneros en campamentos de concentración. Ana, entre sus aspiraciones, anhelaba ser escritora y llevaba consigo un diario en el que registraba sucesos importantes de su vida, en su mayoría, aquellos que dan cuenta de lo que ella, su familia y amigos, tuvieron que pasar en el encierro forzado al que se vieron sumidos.

 

 

La esperanza en la adversidad

 

Ana, hermana de Margot e hija menor de Otto Frank y Edith Hollander, con tan solo 13 años de edad, tuvo que enfrentar la oscura realidad que rodeaba la tensa atmósfera de la segunda guerra mundial, donde la ocupación nazi protagonizó una furibunda caza contra los judíos. Si bien, se considera que era una jovencita muy inteligente, con anhelos de vida por encima de la media para una adolescente común, que soñaba con ser escritora y viajar por muchas partes del mundo, escapando de lo que consideraba una monótona vida materna, marcada por la sumisión ante las responsabilidades del hogar y del circundante despotismo machista; sobresalía aquella personalidad irreverente, desafiante y luchadora de una niña que a toda costa quiere conquistar sus sueños, a pesar de los desafíos que se plantean en su cotidianidad. Ante esto surge, un despiadado conflicto, característico de la condición humana, que le llevan a experimentar, situaciones atípicas, que agregan a su autodescubrimiento una serie de emociones, pensamientos y momentos que quizás muy pocos desearían enfrentar.

 

Confinada junto a siete personas más, algunos con los que se trata y otros completamente desconocidos, privada de cualquier privilegio que haya tenido antes, cuando podía quedarse en casa de su amiga, disfrutar de salidas y tomar el sol al aire libre, se ve abocada a refugiarse en los escritos de su diario que relatan múltiples experiencias y recuerdos, sentimientos que empieza a aflorar en el encierro y todos aquellos síntomas implícitos en la depresión, causada por el encierro que tuvo que vivir por casi dos años y medio. Era realmente una chica que no bajaba la cabeza, que limpiaba sus lágrimas y seguía mirando hacia adelante, dejando volar su imaginación y alimentaba los sueños de convertirse en una mujer independiente y libre.

  

Más inesperado aún es tener que enfrentar el hecho de ser descubiertos por las fuerzas opresoras, siendo separada no solamente de su familia, sino también de su diario y cualquier posibilidad de seguirse expresando a través de las letras. A sus tan solo 15 años, fue llevada a campos de concentración, pudiendo permanecer únicamente con su hermana y resignada a no ver a sus padres nunca más. Marcada sobre su piel con un número entre muchos y confundida con su cabeza rapada entre un montón de mujeres obligadas a trabajos inhumanos en el día y a permanecer en las noches hacinadas en un almacén, intentando dormir o al menos descansar, para no dejar que el suplicio acabe con su cuerpo e incluso con sus ilusiones.

  

Enferma de tifus, su hermana Margot, yace en una improvisada litera, con la temperatura desbordada, cubierta de ronchas y erupciones por todo su cuerpo; mientras tanto Ana, quien rogaba por ayuda para su hermana, por un pedazo de pan o agua, resuelve recostarse junto a ella para conversar nuevamente de los sueños que cada una tiene y cómo lograrán cumplirlos, una vez que salgan victoriosas de su cautiverio. A la mañana siguiente Margot amanece sin vida. Ana debe asumir, con rudeza, la tortura agobiante de su soledad, acompañada del mismo malestar que sufría su hermana por todo su cuerpo y sintiendo cómo sus esperanzas son doblegadas ante la injusticia del mundo.

 

Este es un filme que no podrás dejar de ver y que vale la pena poner a consideración en nuestros tiempos, donde de ninguna forma podemos comparar nuestra sociedad con la de hace más de medio siglo; pero donde sí es preciso que nos pongamos en la situación que aquellos personajes atravesaron y cuestionemos nuestro modo de vida actual, para tomar conciencia que ante adversidades que se nos presenten, no podemos perder la fe, ni podemos dejar que arruinen nuestros sueños o nuestras esperanzas, debemos saber tomar decisiones, enfocar nuestra mente en la convicción de conseguir lo soñado y saber aceptar lo que ya no se puede cambiar.

 

Te invito a ver aquí la película, a vivir y a analizarla según tu propia forma de vida, si acaso lo que sucede en este instante mengua tus anhelos y esperanzas de una vida mejor.

 

 

 

Ps. Juan Pablo D.

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