¿Nos hemos preguntado acaso si un animal siente o sufre?, ¿has visto sus ojos como intentando decirte algo que para nosotros es imposible escuchar?, ¿somos conscientes acaso, de su vida, sus padecimientos, sus miedos, sus muertes?

Pocos se hacen estas preguntas, pocas veces nos detenemos a pensarlo y preferimos pasar por alto situaciones como ésta, en la que los animales se ven expuestos a despiadadas condiciones, precisamente de la mano humana.

Algunas vez en la historia, nos hicieron creer que éramos superiores, que éramos seres por encima de los demás con autoridad para administrar en forma egoísta éste mundo, y con ello, aseguramos nuestra destrucción condecorándonos como los peores administradores de la madre tierra; el racismo, el sexismo y demás tendencias humanas a discriminar lo que consideramos inferior, distinto, no nos ha hecho mejores personas, nos hace mas “inhumanos”. Toda practica que atente contra un ser vivo, crea consecuencias que a la larga se pagan, resultan en nuestra contra; pero son ahora ellos, quienes sufren, las victimas del egoísmo y poderío humano, los que necesitan ser ahora tenidos en cuenta, por quienes podremos tener la conciencia de cambiar la historia.

Lo importante en todo esto, es demostrarnos a nosotros mismos qué tan humanos somos, que tan dispuestos estamos a reconocer nuestro nivel y vernos a nosotros mismos en los ojos de cada una de esas criaturas que sufren a manos de los hombres y de sus interés personales, qué tan dispuestos estamos a amar a todo ser vivo.

Este documental, habla acerca de nuestra especie y el mal uso que se hace de otras especies animales, su finalidad es denunciar las actividades “especistas” a las cuales la mayoría de la población terrícola está habituada, llegando a verse como prácticas normales en la actualidad. Se busca a través de imágenes reales y crudas, hacer entender a la gente la importancia de ver el sufrimiento ajeno y ponernos en su lugar para evitar hacerles y hacernos más daño, se intenta sensibilizar con razones y argumentos de sobra que la vida merece un cambio por el bien de todos y ese cambio puede provenir de cada quien, a su propio estilo.

Recomendamos no mostrar el contenido de éste documental a menores de edad, ya que sus videos son verídicas imágenes tomados de las más crueles prácticas ejecutadas por la especie humana, hacia las demás especies animales.

Ps. Juan Pablo D.