Hablar de adicción al sexo, es hablar de un tema donde no entra el consumo de alguna sustancia, pero al igual que en este tipo de adicciones, puede intervenir con la vida de las personas que lo padecen.
Que tipos de trastornos sexuales hay; y cuales se pueden tratar o catalogar como adicción sexual. Por lo que tratare de desglosar primero cuales son los términos que se pueden confundir con adicción, y los que entran en esta categoría en que pueden repercutir en la vida de los que la padecen.
Entonces, ¿Qué es una adicción sexual?
Adicción sexual es una forma en que algunas personas medican sus sentimientos o lidian con sus preocupaciones, al grado tal que su comportamiento sexual se convierte en el mecanismo para trabajar las ansiedades de sus vidas. El individuo puede llegar a un punto en donde se le hace difícil el detener, por si mismo su comportamiento sexual ( o práctica adictiva ) por períodos prolongados. Es una persona que le dedica mucho tiempo a la búsqueda y al complacer sus comportamientos o fantasías sexuales.
Ya que buscan como aletargar sentimientos de perdida o de incomprensión, o simplemente como una válvula de escape a sus ansiedades, pero que al inicio como cualquier otra adicción, les reditua una satisfacción temporal, pero que a la larga provoca problemas en el desarrollo de su vida cotidiana.
Pero también es importante diferenciar la adicción sexual de la hipersexualidad, que puede manifestarse
tanto en hombres como en mujeres, y éste tipo puede ser confundido con adicción o desde mi punto de vista, puede ser una línea muy delgada que separa una actividad de un trastorno que puede
afectar la vida de las personas, dentro de lo visto de los procesos cognitivo y conductual, en el segundo el comportamiento de los hipersexuales o adictos en ocasiones puede verse confrontada por
reforzadores negativos ya que no pueden llevar a cabo sus deseo, pero dada su obsesión puede llevarlos en determinado momento a traspasar la delgada línea de lo permitido, para mi puede darse,
por ejemplo en los pedofilos, dada la formación social, sabemos que nuestro papel como adultos es proteger a los niños, pero creo que las personas con un severo trastorno sexual, el cual no es
satisfecho, puede que para el satisfacerlo con niños esa la única manera de encontrar la satisfacción, se puede deber a una disfunción en el funcionamiento de su cerebro.
La adicción al sexo es un de las adicciones mas negadas en nuestra cultura. No toda desviación sexual es una adicción, pero el uso del sexo como sustituto de las relaciones sanas con los demás, es un síntoma del desorden adictivo sexual.
Cuando la adicción sexual se hace presente, lo que todos debemos considerar es que somos vulnerables a llegar a estar vinculados a aquellas cosas que nos hacen sentir mejor, más seguros, amados, protegidos, y satisfechos, llegamos a ser adictos a aquellas cosas que nos dan un sentido de autoestima, y que nos ayudan a enfrentar dificultades en nuestra vida.
Sin embargo todos estamos propensos a adicciones de uno u otro tipo. Los procesos psicológicos y neurológicos que están involucrados en la formación de un alcohólico o drogadicto son los mismos responsables de las adicciones al trabajo, al estrés, a las fantasías, a las relaciones dependientes, a la comida, a la televisión, a la limpieza, a los deportes, al ejercicio, a la apariencia física y a las rutinas diarias.
Un dicho común es: “¡Somos criaturas de hábitos!” y cuando aparecen diferentes tipos de adicciones, simplemente decimos:
Si hago algo que me haga sentir bien, probablemente lo haré de nuevo. Si continuo haciéndolo, y me sigue haciendo sentir bien, probablemente haré un hábito de ello, una vez que sea un hábito, llegará a ser más importante para mí y lo echaré de menos si lo dejo. En otras palabras he llegado a estar vinculado a ello. Y cuando llegamos a estar ligados a algo o a alguien, la adicción a menudo está presente. Para entender y tener compasión sobre lo que un adicto sexual atraviesa, podemos empezar por compenetrarnos con su lucha, relacionando nuestra propia capacidad para pecar de este modo. Todos tenemos algo que aprender de la restauración de un adicto sexual.
¿Qué es la hipersexualidad?
La Hipersexualidad es una variación sexual y se aplica a aquellas personas cuyo impulso sexual es muy intenso y les impide sentirse satisfechas sexualmente, por lo que desean constantemente actividad sexual. Es prácticamente imposible establecer unos criterios fiables para decidir cuándo el deseo sexual es excesivo, pero lo que sí está claro es que cuando una de las partes de la pareja se queja de que las demandas son desmedidas, puede desequilibrarse la relación y empujar a la infidelidad y a la separación. En el caso de las mujeres, a la Hipersexualidad se le denomina comúnmente Ninfomanía y en los hombres se llama Satiriasis.
La Organización Mundial de la Salud, define esta disfunción como “Impulso sexual excesivo”, el cual
aparece con mayor frecuencia durante el final de la adolescencia o en el comienzo de la edad adulta. Puede presentarse como un cuadro aislado o dentro de un trastorno afectivo.
Lo que caracteriza a este tipo de variación sexual es una obsesión por el sexo. A la persona le
acompañan constantemente pensamientos, preocupaciones mórbidas y fantasías que pueden perturbar su funcionamiento habitual. La imposibilidad de saciarse, que corresponde a una sensación anormal
de insatisfacción sexual, el orgasmo no conlleva a la relajación completa, sino que reaparece inmediatamente el deseo de realizar el coito y la compulsión, es decir, la actuación repetida,
frenética y constante de actividad sexual.
¿Por qué las personas se convierten en adictos sexuales?
Puede llegar a ser diferente en distintas personas, pero generalmente hablando existen razones sicológicas, biológicas y espirituales. A
continuación una explicación breve de estas tres vertientes. El adicto biológico es alguien que ha condicionado su cuerpo a recibir químicos o substancias cerebrales a
través de unos procesos de reforzar unas fantasías sexuales, con eyaculación que provee el que estas substancias se liberen hacia el cerebro. Psicológicamente, el que tiene la necesidad de
medicarse o escaparse de situaciones físicas, emocionales o de abuso sexual, en donde dicha persona encontrar la medicina sexual, antes del alcohol o algún otro tipo de drogas. Y espiritualmente,
una persona que trata de llenar el vacio de Dios que hay en su corazón, con su adicción sexual. Su adicción es su espiritualidad, lo consuela, lo celebra y siempre está para él o ella presente y
disponible. Pueden haber adictos sexuales que representen uno o más de las razones arriba mencionadas. Por esa razón un especialista en esta área se recomienda para aquellos que se han llegado a
envolver en este tipo de situación.
NIVELES DE ADICCIÓN SEXUAL
Hay cuatro niveles de adicción. Estos ayudarán a catalogar y comprender el alcance de la adicción de alguien.
1. Masturbación compulsiva, vida de fantasía, codicia del corazón, masturbación habitual en el matrimonio. (Aunque la fantasía y la lujuria están en el primer nivel, a menudo estos pensamientos y recuerdos son los más difíciles de erradicar).
2. Uso de pornografía (generalmente acompañado por masturbación), “sexo telefónico”, pornografía “sutil”, libros explícitos.
3. Encuentros con adultos que lo consienten, encuentros anónimos, con personas que practican la prostitución, frecuentar librerías para adultos, espectáculos de desnudo.
4. Cosas que involucran a otros ignorantemente o en contra de su voluntad. Estas incluyen: llamadas obscenas, exhibicionismo, vouyerismo, vejación infantil, violación e incesto.
Estos niveles se entremezclan fácilmente y a menudo progresan hacia las actividades del nivel cuatro si continúan desenfrenadamente.
¿Existe alguna diferencia entre una persona que tenga un empuje sexual fuerte y una que tenga una adicción sexual?
Hemos escuchado mucho esta pregunta, en programas de radio y televisión cada vez que tocamos el tema. Una persona con un empuje sexual fuerte, se
satisface con el sexo. Pero cuando su pareja le dice que no por alguna razón válida no va corriendo a satisfacerse sexualmente de alguna manera inapropiada, o tampoco interpreta esto como un
rechazo a su persona. El adicto sexual es todo lo contrario.
¿Puede convertirse una persona en un adicto a la masturbación?
Tal vez es la adicción sexual que más tratan los consejeros que trabajan en esta área. Es usualmente la masturbación el primer acto sexual que
posteriormente se convierte en un hábito descontrolado. Es ahí donde usualmente todo adicto sexual comienza su comportamiento, y se mantiene
activo, aparte de otros comportamientos adquiridos en el camino.
¿Qué rol juega la pornografía en la adicción sexual?
La pornografía, para muchos adictos sexuales, combinada con la masturbación, se constituye en una de las piedras angulares de su disfunción. A
muchos adictos se les hace extremadamente difícil el
alcanzar la sobriedad de este tipo de combinación. La pornografía con fantasías crea un mundo irreal en donde el adicto visita, primero en la etapa de la adolescencia y luego en otros niveles del
desarrollo y crea una relación de objetualización que lo condiciona a depender de fantasías y objetos para alcanzar llenar sus necesidades emocionales y sexuales. Esto cientos de veces antes de
tener sexo con una persona real.
¿Puede una persona ser un adicto sexual y a la misma vez no tener relaciones sexuales con su esposa?
Algunos psicólogos le llaman a eso anorexia sexual. En esta etapa de la adicción sexual, el adicto prefiere estar inmerso en su propio mundo de fantasías
sexuales, que tener relaciones sexuales con su pareja. El adicto/anoréxico evita el sexo relacional y por lo tanto el sexo con su pareja se convierte en algo infrecuente, que cuando se da es por
solicitud de la parte no adicta.
¿Cómo es la vida con un adicto sexual, desde el punto de vista de una esposa o pareja?
Las parejas o esposas de un adicto sexual reportan sentimientos similares. El sentimiento este de soledad es una experiencia común en las parejas de adictos
sexuales, este sentimiento de que la persona no puede abrirse para mostrar quien realmente es. También es común ver el coraje y la ira que levanta el no tener unas necesidades satisfechas. Aunque
el adicto sexual siga en su compulsión, es posible que su pareja pueda recibir ayuda que la pueda aliviar y apoyar. Se tiene que buscar ayuda, porque los sentimientos de ira, pérdida, soledad y
otros que se experimentan al vivir con un adicto sexual, pueden a largo plazo tener unos efectos y consecuencias adversas para la pareja no adicta. Se le debe hacer saber a la persona que en la
inmensa mayoría de los casos la adición de la pareja no tiene nada que ver con el desempeño se su esposa o pareja, sino que es algo que posiblemente comenzó mucho antes de ella haberlo conocido.
La adicción de esta persona le iba a causar un daño a cualquiera otra persona que se hubiera convertido en su pareja.
¿Existe recuperación para un adicto sexual?
Existe recuperación y liberación para un adicto sexual. Es algo que toma tiempo y mucho esfuerzo, especialmente durante el primer año, pero con ayuda el adicto sexual
puede experimentar restauración en su vida espiritual, emocional, relacional y financiera. Hemos visto a muchas parejas
convertirse en un matrimonio mucho más sólido y más feliz de lo que hubieran siquiera pensado.
¿Cómo puedo conseguir un especialista en adicción sexual?
Conseguir un terapista en esa área a veces no es tan fácil, especialmente alguien con convicciones cristianas, pero al
final encontrará un lugar en el Internet que puede visitar para obtener no solo libros y
literatura pertinente a esta problemática, sino también la dirección y teléfono de personas preparadas en esa área.
¿Pueden mujeres padecer de adicciones sexuales?
El número de mujeres que están recibiendo tratamiento cada vez va en aumento. Esto gracias a la
información que se provee sobre el tema que llega a romper unas barreras que les hace posible a estas personas el acercarse en busca de ayuda. Si a un varón se le hacia reconocidamente difícil el
aceptar un problema y buscar ayuda, por lo que podría considerarse ser un paria socia, podrán ustedes imaginarse la presión que sentiran las mujeres.
Viviendo en una sociedad que está plagada de insinuaciones sexuales, ¿hay alguna manera de ayudar a nuestros niños y educarlos para prevenirles en el futuro algunas de estas disfunciones
sexuales?
A pesar de que la mayoría de las personas que son pacientes de adicción sexual (pornografía, relaciones extramaritales, prostitución, etc.) son
personas adultas, estas han admitido el no haber tenido suficiente información saludable en el área sexual, que les hubiera dado perspectiva y balance en la vida. Es la mejor combinación que
existe al momento entre investigación científica sobre el tema, unido a principios espirituales que le dará a jóvenes una perspectiva propia de la sexualidad a la vez que los mantiene
informados.
La pérdida de la esperanza es un asunto grave, pues como dice el dicho: ‘la esperanza muere al último’.
Si la víctima ha perdido toda esperanza lo más probable es que ya haya pensado o esté pensando en el suicidio.
En el entorno social las consecuencias llegan en un segundo tiempo, es decir, después de afectar a los tres entornos principales. Cuando una familia es destruida por la adicción sexual, pronto
tendremos un numero más en las estadísticas de desintegración familiar; si tenemos desintegración familiar la sociedad es afectada pues los hijos de estas familias desintegradas quedarán
posiblemente con un fuerte trauma que viene de todo lo que vivieron antes de ver la separación de sus padres.
Si un adicto pierde, la sociedad pierde también, pues es precisamente que producto de ésta adicción tenemos violadores, pervertidos sexuales, acoso sexual, abuso infantil, prostitución y un sin fin de consecuencias derivadas a su vez de todo esto.
Características de los adictos al Sexo:
Las personas con adicción al sexo tienen características muy definidas:
· El adicto al sexo tiene un patrón de conducta fuera de control
La adicción sexual no tiene que ver con la debilidad moral o la falta de carácter. De hecho, cuanto más
trata el adicto al sexo cambiar su conducta, tanto peor se comporta. Como todos los adictos, su adicción tiene que ver con el intento de manejar el dolor emocional. La adicción al sexo conduce a
rituales que acentúan la obsesión. Estos rituales favorecen la conducta sexualmente compulsiva y es cuando llega a la desesperación. Para curar esa desesperación el adicto al sexo vuelve a la
obsesión como forma de escapar del dolor. El sexo se convierte en el remedio para reducir la ansiedad de forma morbosa y obsesiva.
El adicto no tiene control y siente vergüenza, dolor y odio a sí mismo. Puede que el adicto quiera
parar, pero repetidas veces no logra hacerlo. La incapacidad para manejar su propia vida puede evidenciarse en las consecuencias que sufren los adictos: relaciones perdidas, dificultades en el
trabajo, arrestos/detenciones, problemas económicos, pérdidas de interés en asuntos no sexuales, falta de amor propio y un sentimiento de desesperación.
Aparece una conducta sexual irrefrenable que genera el alivio de un malestar interno y que produce consecuencias muy negativas en el sujeto, físicas, psicológicas y sociales, viviendo ese alivio
en secreto y sentimiento de culpa.
Tratamiento de la adicción al Sexo
Las adicciones son de los trastornos más complejos de tratar. Los pacientes saben que su proceder lleva un daño, pero les es difícil tomar la decisión y decir hasta aquí. Entre los riesgos que un paciente corre están: contraer enfermedades de transmisión sexual, agotamiento físico, pérdida de empleo, caer en problemas de acoso sexual, desintegración familiar y rechazo. Cuando las acciones pasan de ser secretos y se conocen las evidencias, es cuando la familia y los amigos descubren en qué invierte su tiempo y dinero y casi siempre lo marginan.
Terapia: Sí se puede
El tratamiento para un sexo adicto varía de un paciente a otro, sin embargo, las pautas básicas son:
Tocar fondo
Cuando un sexo adicto se pregunta qué ha hecho de su vida y experimenta culpa y dolor por el daño causado a sí mismo y a los demás, es el momento de iniciar un tratamiento médico
psicológico.
Esa impotencia de no saber manejar las emociones, que son las causantes del desequilibrio económico, el
rechazo social, la pérdida de valores, el cansancio físico y mental, así como carecer de propósitos, podrán encaminarlo a tomar la decisión de cambiar. Para ello requiere de rehabilitación
profunda. La constancia y el entusiasmo por recuperar el tiempo y oportunidades perdidas, son los ingredientes necesarios para transformarse en
persona de éxito.
La experiencia ha demostrado que es posible salir avante de la mano de un guía profesional.
Conclusiones:
El hablar de la adicción al sexo, es un tema del cual se debe de tener consciencia, ya que entrama asuntos delicados que pueden molestar a las personas que lo padecen; además, los tratamientos que se ofrecen son muy parecidos a los que se pueden dar para alguna otra adicción, tal como la que padecen los adictos al juego.
También es importante tener en cuenta los focos de atención que exponen algunos especialistas en Internet, y más que nada que existen pasos para detectar a las personas adictas al sexo.