Ir sesiones de tratamiento psicológico sería mucho más eficaz para lograr la felicidad entre la gente, que lograr un aumento o ganar la lotería.
Si tuviera que optar entre un buen fajo de billetes o un aumento de sus ingresos o de su salario y, por otra, la asistencia regular a un tratamiento a cargo de un psicólogo, psicoanalista o psiquiatra, ¿cuál de estas opciones piensa que lo acercaría más a la felicidad?
Piense y no se apresure a responder. A pesar de lo que pueda presuponerse, asistir a una terapia psicológica hace más felices a las personas y aumenta sus niveles de bienestar, más, incluso, que gozar de una prosperidad económica o, más exactamente, que experimentar una mejora puntual e importante en los ingresos habituales.
Algunos dicen que "el dinero no hace la felicidad, pero ayuda a calmar los nervios". Otros, más irónicos, afirman que "si se tiene dinero, ¿a quién le importa la felicidad?". Sea como sea, lo que se puede afirmar es que la felicidad de una persona depende de muchos otros factores, no sólo de su patrimonio.
Según sugiere un estudio británico del psicólogo Chris Boyce de la Universidad de Warwick, la psicoterapia tiene la capacidad de aumentar la felicidad más que el dinero.
El equipo dirigido por este especialista cuantificó el tamaño de ese bienestar: asistir a una serie de tratamientos valorados en alrededor de mil trescientos dólares (algo más de 2,6 millones de pesos) puede equivaler a recibir un aumento de sueldo de un importe unas treinta y dos veces mayor.
Los investigadores estudiaron los datos sobre miles de personas que proporcionaron información sobre su bienestar mental. Y lograron constatar, no sin asombro, que una serie de sesiones de psicoterapia valoradas en 1.329 dólares era tan significativa como un aumento de salario de más de 41.542 dólares en cuanto a su efecto de aumentar la felicidad.
Los hallazgos del estudio, publicado en la revista 'Health Economics, Policy and Law' demuestran, de acuerdo con Chris Boyce, que "la terapia psicológica puede ser mucho más rentable que la compensación financiera para aliviar la angustia psicológica".
"Con frecuencia, en nuestras sociedades se sobrevalora la importancia del dinero para mejorar nuestro bienestar y traernos felicidad, pero los beneficios de tener una buena salud mental, con frecuencia no se aprecian del todo. La gente no se da cuenta del potente efecto que la terapia psicológica puede tener sobre la mejora de nuestro bienestar", sostiene el experto.
En otro estudio más reciente, y que también parece destinado a causar polémica y sorpresa como el anterior, Chris Boyce concluyó que el dinero sólo nos hace felices si nos convierte en personas más ricas que quienes nos rodean.
El dinero y la felicidad
Este psicólogo y su colega Gordon Brown, de la Universidad de Warwicks, junto con Simon Moore, de la también británica Universidad de Cardiff, descubrieron que el dinero sólo hace a la gente más feliz si mejora su estatus social.
En otras palabras, para sentirse más a gusto no basta con ganar más dinero que otros; es necesario que la propia persona pueda percibir que está mejor pagada que sus amigos o compañeros de trabajo.
Los investigadores estuvieron buscando una explicación al hecho de la gente de los países ricos -como sugieren otros estudios- no se ha sentido más feliz a lo largo de los últimas cuatro décadas, a pesar de que el crecimiento económico se ha reflejado en un considerable aumento en sus ingresos habituales.
"Nuestra investigación encontró que ganar un millón al año no parece ser suficiente para hacernos felices, si sabemos que nuestros amigos ganan el doble", dijo Brown, que basó su investigación en los datos de ingresos y satisfacción de vida, registrados en el estudio británico BHPS, que analiza la situación de los hogares del Reino Unido.
Los psicólogos de Warwick y Cardiff encontraron que la satisfacción de una persona se halla más fuertemente ligada al rango social que le confieren sus ingresos, más que al monto de dichos ingresos y a cómo se percibe al compararse con otras personas de su mismo sexo, edad, nivel de educación, pertenecientes a la misma área geográfica.
Claves felices de un gurú
El israelí Tal Ben-Shahar, conocido como el gurú de la felicidad de la Universidad de Harvard, postula que toda persona puede ser más feliz de lo que es, más allá de su condición social y genética.
Para él es una cuestión de aprendizaje, que puede lograrse con ejercicios y disciplina, como si se tratara de matemáticas. Basado en eso propone una serie de acciones que, de seguirse con juicio, ayudan a alcanzar la felicidad.
Entre ellas sugiere anotar cada día las cosas por las cuales vale la pena dar las gracias. Cita estudios que avalan su planteamiento: "La evidencia muestra que la gente que escribe una lista de cinco cosas por las cuales debe agradecer es gente más feliz, más optimista, más exitosa, físicamente saludable, más simpática y más generosa".
A este punto agrega mantenerse activo físicamente, no torturarse con preguntas sobre la propia felicidad sino reflexionar si se es más feliz que antes y aceptar el fracaso como parte de la vida y aprender de ello.