¿Es frecuente la Eyaculación Precoz?
La Eyaculación Precoz es un problema que afecta según las estadísticas recientes al 30% de los varones aproximadamente. Dentro de este porcentaje, encontramos diferentes grados de Eyaculación Precoz que van desde casos leves a graves o severos.
¿Cómo se podría definir a la Eyaculación Precoz? ¿Cuál es el tiempo “normal” de relación sexual o coito?
Si bien en algún momento hace algunas décadas atrás se pudieron establecer criterios temporales que definían objetivamente lo que era una duración coital normal o anormal (por ejemplo la vieja teoría de los 7 minutos), hoy pensamos que un varón presenta esta disfunción cuando eyacula antes de lo que desea, es decir que no tiene un control voluntario del momento de su eyaculación. Por supuesto que para hacer el diagnóstico de Eyaculación Precoz las dificultades deben ocurrir con regularidad, al menos en uno de cada cuatro actos sexuales durante un período mínimo de seis meses.
La mayoría de las veces se trata de un trastorno primario, es decir que el individuo lo padece desde el inicio de la actividad sexual, manteniéndose o agravándose hasta el momento en que se decide la consulta. En los casos en los cuales el varón tuvo una primera etapa de control eyaculatorio y luego por algún motivo perdió ese control estamos ante una Eyaculación Precoz secundaria.
¿Hay diferentes “grados” de Eyaculación Precoz?
Sí, desde ya que no todos los casos son iguales. En principio podríamos hablar de tres grados:
-La Eyaculación Precoz grave o ultraprecoz que consiste en un descontrol absoluto del reflejo eyaculatorio, al punto de eyacular antes de la penetración en la mayoría de las ocasiones. Incluso se produce la eyaculación con estimulación mínima o sin estimulación directa del Pene.
-La Eyaculación Precoz moderada o anteportas se produce cuando el varón tolera la estimulación precoital o los llamados “juegos previos” pero apenas penetra eyacula y no tiene forma de manejarlo.
-La Eyaculación Precoz leve se presenta cuando el varón tiene un control relativo pero no el deseado. Ese control parcial le permite algunos movimientos adentro de la vagina, que no son suficientes para una relación sexual plena y satisfactoria pero al menos permiten un tiempo de unión genital.
¿Cuáles son las causas de la Eyaculación Precoz?
Los factores que provocan el problema son varios, y a veces se presentan de forma simultánea.
Quizás el más importante esté ligado al aprendizaje. Desde este punto de vista se piensa que la Eyaculación Precoz es producto de un mal aprendizaje del control de la respuesta orgásmica. En este sentido son determinantes las experiencias masturbatorias de la adolescencia y las primeras relaciones sexuales. Habitualmente encontramos que estos varones han desarrollado un hábito de autoestimulación particularmente rápido, tratándose de una mera descarga sin buscar la manera de prolongar el placer de la excitación previa al orgasmo. A veces circunstancias prácticas (falta de tiempo, espacio, etc.) y la culpa por la masturbación dan forma a ese hábito. Lo mismo ocurre con las primeras experiencias sexuales. Si se dan de manera rápida, como ocurre con las relaciones sexuales con prostitutas, en un auto, en un lugar donde puede llegar alguien sorpresivamente, etc., también determinan un hábito coital. En síntesis, por uno u otro motivo se crea una mala costumbre que luego la persona por sus propios medios no puede invertir.
El otro factor absolutamente relevante es la ansiedad por el rendimiento sexual, entendida como la preocupación marcada (casi obsesiva) por no eyacular rápido. Tengamos en cuenta lo siguiente: no hay control posible si no percibo claramente las sensaciones que mi cuerpo me transmite. La regulación normal de la excitación sexual se lleva a cabo modificando las condiciones (estímulos sexuales) de acuerdo con la información que recibimos del estado de nuestra excitación. La ansiedad, además de acelerarnos involuntariamente, se caracteriza porque el individuo está tan preocupado y tenso por no eyacular y tan pendiente de la excitación de la mujer, que no siente lo que pasa con su cuerpo y cuando quiere tomar conciencia ya es demasiado tarde y no hay nada que hacer.
Por esto decimos que la persona con eyaculación precoz no sufre de un exceso de excitación, sino de un exceso de ansiedad.
También sabemos que la Eyaculación Precoz es típica de varones con lo que se denomina “ansiedad rasgo”, es decir muy inquietos y con mínimo registro de pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
Por último, hay controversias respecto de los factores orgánicos o físicos que podrían causar la Eyaculación Precoz. Algunas teorías sostienen que los varones con Eyaculación Precoz Primaria tienen un reflejo eyaculatorio rápido innato, lo cual es medible mediante la prueba neurológica de potenciales evocados. Y en los casos de Eyaculación Precoz Secundaria pueden ser producto de trastornos orgánicos como la Uretritis, algunas Infecciones de Transmisión Sexual, trastornos neurológicos, etc.
¿Hay posturas sexuales que favorezcan o compliquen el control eyaculatorio?
Habitualmente la postura que permite un mejor control es aquella en la cual la mujer se ubica sentada encima del varón que está acostado, cara a cara. En este caso el varón se encuentra relajado corporalmente y puede percibir mejor las señales corporales, condición fundamental para el control eyaculatorio. Además tiene menos posibilidad de movimiento (que queda más bajo el control de la mujer) y las sensaciones genitales son menores que en otras posturas por la menor presión de las paredes de la Vagina sobre el Pene. En algunos casos, cuando la mujer utiliza movimientos demasiado fuertes o bruscos el control se suele complicar. En ese caso deberán ajustarse mutuamente hasta encontrar el ritmo preciso. Una ventaja adicional de esta manera de hacer el amor es que posibilita el roce del Clítoris con el Pubis, de modo tal que estimula el orgasmo femenino. Inclusive es posible una estimulación manual complementaria de la mujer o su pareja lo cual es muchas veces condición fundamental para llegar al orgasmo.
La postura de costado, en la cual el varón y la mujer están frente a frente, también es interesante para el control de la eyaculación. Esto es posible porque la penetración no es muy profunda, y los movimientos en general no son tan rápidos como en otros casos. También (como en el caso anterior) se puede estimular manualmente el Clítoris para complementar la estimulación coital.
Aquellas posturas tipo “misionero”, es decir el varón encima de la mujer, no son favorables para el control de la eyaculación. El cuerpo está tenso, el Pene entra más justo en la Vagina y en general la posición desemboca en una carrera irrefrenable hacia el orgasmo. En algunos pocos casos, los varones cuentan que les resulta la mejor posición porque manejan mejor los movimientos. Esta postura resulta agradable psicológicamente para aquellas mujeres que necesitan sentir la “dominación” del varón”, pero físicamente hablando no es muy estimulante porque limita mucho sus movimientos y el roce con el Clítoris.
Por último, la posición llamada el “ciervo” en la cual el varón penetra a la mujer por detrás es complicada en lo referente al control eyaculatorio, ya que es muy estimulante visualmente hablando, y además la penetración es bien profunda y por lo tanto proporciona una estimulación muy importante al Pene. Para la mujer tampoco es la mejor, ya que no hay roce alguno con el Clítoris y es muy incómoda su estimulación por vía manual. Algunas logran buenos resultados si recuestan su pelvis sobre el colchón y mueven sus caderas al compás del coito, rozando sus genitales con el colchón y obteniendo así sensaciones muy excitantes.
¿La Eyaculación Precoz se puede curar? ¿Cómo son los tratamientos?
El tratamiento del problema puede incluir intervenciones médicas y psicológicas.
Si consideramos el enfoque médico, contamos fundamentalmente con dos opciones: medicar al paciente con alguna droga que disminuya su ansiedad previa al encuentro sexual (ansiolíticos) o indicarle alguno de los antidepresivos conocidos por su efecto secundario de retardo orgásmico (Tricíclicos o IRSS).
Por otro lado, también contamos con el enfoque psicológico de la terapia sexual, que es muy efectivo siempre y cuando el paciente sea constante con la terapia y cuente con la colaboración de su pareja.
Se trata de un método terapéutico que tiene como meta corregir el hábito disfuncional del paciente y entrenarlo para aprender a manejar su ansiedad.
El tratamiento consta de varias etapas con objetivos definidos, y el paciente va dominando la eyaculación en situaciones cada vez más complejas planteadas por el terapeuta.
Las técnicas con las que contamos para el diseño del tratamiento son numerosas.
De todas, la de parada-arranque, las técnicas de relajación y los Ejercicios de Kegel son los más importantes.
El ejercicio de Parada y arranque es un método de control eyaculatorio que se ensaya primero manualmente y luego en el coito. El paciente aprende a regular su excitación sexual atendiendo a la información que su cuerpo le transmite a su cerebro, manejando la estimulación de modo de mantenerse dentro de márgenes controlables.
Las técnicas de relajación, como las de control de la ansiedad por medio de la respiración (individual) o el masaje sensual (en pareja) son un complemento esencial de la parada-arranque.
Otros métodos interesantes son los ejercicios de Kegel, las series del 9, el método del apretón fisiológico, etc.
Para controlar la eyaculación se recomienda una excitación muy gradual. Comenzar con la postura que resulta menos excitante y utilizar los movimientos que compliquen menos el control. En general son los movimientos más cortos y lentos. Una vez que tenemos la sensación de control, podemos comenzar a aumentar la excitación lentamente yendo hacia posturas más estimulantes y movimientos más rápidos.
Dr. Ezequiel López Peralta
Sexólogo Clínico