¿LA HOMOSEXUALIDAD ES UN TRASTORNO MENTAL?
¡Por supuesto que NO!.
No obstante, existen psicólogos que pretenden “reparar” este supuesto problema, tal y como pudimos enterarnos en la oferta de un grupo de profesionales en México este año y que han querido extender a otros países de Latinoamérica. De llegar a prosperar este tipo de iniciativas serían una nueva “Naranja Mecánica” justo cuando las culturas y las legislaciones del mundo están incluyendo a los homosexuales con plenitud de derechos civiles. Desde hace 35 años, los psicólogos transformamos la versión de la homosexualidad como trastorno para convertirla en una condición de vida y una elección afectiva y sexual tan común como la de los heterosexuales. La expresión de afecto, de pareja, de la sexualidad es independiente de la elección de género, pero infortunadamente existen aún hoy personas con homofobia expresadas a través de actitudes agresivas o segregacionistas para aquellos que eligen ser homosexuales. Lo más delicado es que algunos de ellos son psicólogos clínicos y ofrecen atención psicoterapéutica sin revisar sus ideologías prejuiciadas sobre los hombres gay y las mujeres lesbianas, sin mencionar a los que eligen ser travestis, transexuales, o cualquiera otra manifestación sexual no aceptada por ellos. El prejuicio tiene la condición de ser defensivo, resistente al cambio, con certezas absolutas, genera identidad en el sujeto, manifiesta hostilidad y agresión en contra de los homosexuales y no se negocia fácilmente.
Los psicólogos clínicos tenemos la fe pública de mantener la objetividad y ofrecer la sabiduría suficiente para guiar a las personas a aceptarse en su condición de homosexual y no para juzgar, menospreciar, burlarse o segregar a quienes tienen un estilo de vida afectivo y sexual distinto al propio. Como psicólogos clínicos, es necesario revisar aquellas actitudes prejuiciadas con respecto a la mujer, a las razas, a los estratos socio económicos, a las modas, a las diferencias de edad, pero por sobre todo, a los homosexuales, el grupo que sigue siendo segregado por nosotros, aquellos que nos creemos mejores, los heterosexuales.
Las propuestas psicoterapéuticas deben ser incluyentes, tolerantes y flexibles frente a la diversidad que nos plantean los fenómenos culturales históricos o posmodernos y el desafío para nosotros, los psicólogos clínicos, es estar a la altura de ellos.
Estás a la altura?
Diego Castrillón
Director Ejecutivo
Colegio Colombiano de Psicólogos
División Clínica